Diferencia entre un termogénico y un lipotrópico

Una de las principales razones por la que las personas comienzan a ejercitarse es para reducir medidas, verse y sentirse bien y evitar los problemas de salud que la obesidad conlleva. Hasta cierto punto, quizá se necesite de una pequeña ayuda para no estancarse. Afortunadamente se puede optar por tomar un termogénico o un lipotrópico, pero ¿Cuál es el que se debería tomar?

¿Qué es un termogénico?

Los termogénicos impactan directamente en el metabolismo al incrementar la temperatura corporal, deben combinarse con ejercicio físico y alimentación saludable para notar su efecto y resultados a corto plazo.

Hay diferentes tipos de termogénicos en el mercado, algunos son naturales, como la cafeína que ayuda a elevar el nivel de energía por su efecto estimulante y como un diurético suave. Al comparar opciones, se puede elegir el más adecuado, recuerda que sólo brindará un empuje para lograr una mayor quema de calorías durante el ejercicio, pero no tiene ningún efecto en personas sedentarias o con una mala alimentación alta en calorías.

Si se consume en la dosis indicada y en personas con un perfil sano no tiene efectos secundarios; sin embargo, en personas que no tienen tiempo practicando ejercicio, se pueden presentar efectos secundarios como alteraciones del pulso cardiaco o nerviosismo.

¿Cómo funcionan los lipotrópicos?

Los lipotrópicos se centran en metabolizar y acelerar el proceso de reducción del tejido adiposo del cuerpo, por ejemplo, el extracto de té verde o L-carnitina, contiene enzimas naturales que ayudan a metabolizar las grasas.

Si bien es cierto que se pueden consumir de manera natural, existen suplementos con fórmulas avanzadas que son más efectivos. No existen lipotrópicos que reduzcan un área del cuerpo en específico, eso se considera un producto milagro, los lipotrópicos actúan a un nivel general.

L-carnitina

Entre los lipotrópicos, la L-carnitina es la más popular. Es un aminoácido que el cuerpo absorbe de diferentes alimentos o suplementos. Ayuda a transportar las grasas del cuerpo para convertirlas en energía a nivel celular.

¿Entonces qué escoger?

Una vez conociendo esto, es hora de decidir entre tomar un termogénico o un lipotrópico. La elección dependerá de factores como el tiempo se ha realizado ejercicio y la alimentación. Siempre es recomendable obtener el diagnostico de un nutriólogo o tu médico de cabecera.

Por ejemplo, si no se ha realizado ejercicio en meses, es mejor escoger un lipotrópico como la L-carnitina para evitar que el ritmo cardiaco incremente al momento de ejercitarse, ya que los termogénicos pueden elevarlo.

Por otra parte, hay personas que se ejercitan diario o regularmente, si este es el caso, se recomienda utilizar termogénicos ya que el cuerpo está acostumbrado al ejercicio y el bombeo cardiaco es más eficiente. Esto no quiere decir que no existan efectos secundarios; si aparecen, se debe asegurar la suspensión de estos suplementos.

Otro factor a considerar es ¿qué tan rápido se desean ver resultados? La L-carnitina ofrece resultados a largo plazo, mientras que los termogénicos pueden dar resultados rápido. De cualquier manera, tanto termogénicos como lipotrópicos no funcionarán sin una alimentación adecuada y una rutina de ejercicio.